El pasado viernes 25 de abril la Universidad vivió un acontecimiento que muchos ya califican como histórico. Contra todos los tópicos, contra todas las inercias, contra todos los prejuicios, más de medio centenar de jóvenes abarrotaron el acto «Vivienda Activa», organizado por Libertad Estudiantil Canarias, en un fenómeno de participación juvenil pocas veces visto en Canarias.

La convocatoria desbordó cualquier expectativa previa. La sala se llenó hasta el último asiento, jóvenes de pie en los laterales, otros asomados desde los marcos de las puertas y hasta desde los balcones interiores. Un viernes por la tarde, en pleno campus universitario, y para hablar —nada más y nada menos— que de vivienda, un asunto complejo, técnico, y, a menudo, maltratado por el discurso fácil. Todo el mundo quedó sorprendido, incluso los propios organizadores, que contemplaban atónitos cómo la juventud acudía en masa.

Al frente del evento estuvo Mario Oramas, presidente de Libertad Estudiantil Canarias, que no ocultó su emoción ante el éxito de la cita. «Hoy hemos roto un muro de indiferencia. Hoy la juventud ha hablado», señaló ante una audiencia entregada que, lejos de dispersarse, permaneció atenta y participativa durante todo el acto. «Esto demuestra que cuando se habla de lo que de verdad importa, los jóvenes no solo responden, lideran», añadió.

El evento, que se prolongó durante varias horas, contó con la participación de importantes autoridades, un hecho que reforzó su dimensión institucional y política. Estuvieron presentes Laura Lima, diputada en el Congreso de los Diputados, que abordó los retos legislativos para garantizar el acceso a la vivienda a nivel nacional; Lope Afonso, vicepresidente del Cabildo de Tenerife, quien puso en valor el esfuerzo de las administraciones insulares por ofrecer soluciones reales; Jennifer Curbelo, diputada en el Parlamento de Canarias, que expuso los proyectos autonómicos en marcha para jóvenes y familias; y Sonia Hernández, consejera de Vivienda del Cabildo de Tenerife, quien detalló las estrategias insulares para facilitar el acceso a la vivienda a los sectores más jóvenes y vulnerables.

La vivienda fue analizada no como un problema abstracto, sino como una verdadera emergencia social que amenaza con hipotecar el futuro de toda una generación en Canarias. Se habló de precios inasumibles, de alquileres imposibles, de la falta de vivienda pública efectiva, de la necesidad de agilizar la burocracia, de apostar por la colaboración público-privada y de romper el bloqueo que asfixia las aspiraciones de emancipación de miles de jóvenes.

Pero más allá de las intervenciones oficiales, lo que realmente marcó la jornada fue el ambiente de esperanza, de empoderamiento y de acción colectiva que impregnó toda la sesión. No hubo indiferencia. No hubo resignación. Hubo debate, hubo preguntas, hubo propuestas. Y sobre todo, hubo una certeza compartida: la juventud canaria no está dispuesta a seguir esperando soluciones eternamente.

«Vivienda Activa» no fue un acto más. Fue una declaración de intenciones. Una demostración de que, cuando se toca el corazón de los problemas reales, la respuesta es masiva, firme y entusiasta. Libertad Estudiantil Canarias ha conseguido, en una tarde, lo que muchos partidos políticos no logran en años: despertar a una generación para luchar, desde la razón y la acción, por su derecho a un futuro digno.

La universidad vibró. Y con ella, un mensaje claro resonó en Tenerife y en toda Canarias: la juventud quiere futuro, y no lo va a pedir de rodillas. Lo va a conquistar.

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